¿Cuántas veces te has sentido desanimada? ¿Cuántas veces has dicho no es posible?
Quizá has dicho Dios me ama pero en esta ocasión creo que Dios no me responde, refiriéndote a algún área de tu vida o a aquello por lo que tanto has pedido…
Es tiempo de que retomes nuevas fuerzas, que te levantes en fe y que hagas accionar tu fe, si, es tiempo de que dejes la comodidad o el conformismo que en muchas ocasiones tomamos, pareciera que en ocasiones llegamos a dudar de aquello por lo que hemos pedido por días, mes o años.
¿Recuerdas el día que decidiste creer en Dios? ¿Recuerdas ese día que hiciste tu oración de fe?
Ese día tomaste la decisión más importante de tu vida, ese día aunque tú no lo hayas visto de esa manera, ese día, fue el primer día que accionaste tu fe, sabes porque, porque creíste en quien no has visto. Hebreos 11: 1 dice “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Tomaste la decisión de esperar en Dios con la convicción firme de salvación en quien no habías ni has visto.
Hoy quiero hablarte e inyectarte fe, en la biblia encontramos muchas mujeres de fe. ¿Quién no ha escuchado acerca de Sara? Hebreos 11:11 “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido”.
Es hora de decirle a Dios ¡YO DECIDO CREERTE A Ti DIOS! es tiempo mujer que retomes aquello que has dejado a medias o inconcluso, ¿te rendiste? O quizá has pensado que de plano Dios no te quiere dar aquello que has pedido. BASTA, basta de pensar de esa manera. Haz pedido tu como Sara, quizá tu petición ha sido por la bendición de un hijo, o has clamado por un trabajo, no sé que sea lo que has estado pidiendo, pero es tiempo de que empieces a accionar tu fe por aquello que quieres.
La mujer de fe confía en Dios y encara la adversidad con esperanza. Sabe que Él tiene interés en su vida. Sabe que Él la conoce. Ella ama sus palabras y bebe intensamente de esa agua viva.
La mujer de fe tiene seguridad porque comprende el plan divino de nuestro Padre Celestial. La mujer de fe es valiente. No teme en ningún área de su vida porque tiene la certeza que Dios está al cuidado de ella.
Te reto a que seas tú una mujer de fe, no que disfraza la esperanza asegurando que es fe, sino que tengas la convicción de aquello por lo que estás pidiendo. Se tú de las que diga ¡YO DICIDÍ CREER EN DIOS CIEGAMENTE! ¡YO DECIDÍ DEPENDER DE ÉL EN CADA ÁREA DE MI VIDA! Es mi anhelo más grande, que sepas el Dios que tienes…
¡DIOS DE LO IMPOSIBLE!
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