Hablemos un poco de lo que es VALOR, todas las chicas tenemos un objeto en casa del que no nos queremos deshacer por el valor que tiene para nosotras, seguro te ha tocado guardar una pulsera o cualquier otro objeto sin valor aparente, pero que jamás botarías a la basura porque tiene un significado profundo para ti. En esencia, creo que podrías diferenciar abiertamente que el costo que podría tener ese objeto, recuerdo, detalle o pertenencia, no se compara con el valor de lo que puede significar para ti.
Pero…
¿En qué radica el valor o tu valor?
Es en el fundamento de lo que es o lo que dicen que es…
porque parece ser que hoy vales lo que posees y posees lo que puedes costear, entonces, traducido es, ¡vales lo que cuestas! (por absurdo que parezca, tiene el sentido monetario más claro y explícito, sin lugar a dudas).
Vivimos en una sociedad que avanza a pasos agigantados a la muy popular sociedad del consumo, en la que es cada vez más común dejar de fijarse en los valores y centrarse en el precio o en el valor relativo de algo o alguien. Conceptualmente, el valor según Mario Sandoval (2007) “se refiere a una excelencia o a una perfección” (p. 96), pero para saber si algo es excelente o perfecto necesariamente deberías tener un referente con el cual comparar o medir.
Hoy que todo es relativo ¿podrías tener valores establecidos y fundamentales que te orienten a saber si de verdad estás alcanzando la excelencia o la perfección?
En un mundo tan caótico como este, parece imposible, porque ante la falta de absolutos y el exceso de relativos, no todo lo que tiene valor, lo tiene; ni todo lo que carece de valor, lo carece, o al menos eso es lo que nos están enseñando a pensar.
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