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Una marca con valor




El pasado martes 19 de octubre, se realizó un live desde la página de Generación Emprende, el cual fue realmente significativo. Su desarrollo fue muy ameno entre el equipo de GE y nuestro invitado. Y hablamos nada más, y nada menos que de Washington Bianchi.


Quién junto con su esposa llevan aproximadamente diecisiete años en el mundo de la pastelería haciendo alfajores. Dichos alfajores están registrados bajo el nombre de “Peniel”, donde no solo se ve el producto en sí, sino que representa también la marca con el valor de este emprendimiento. “Dios siempre hace las cosas con un propósito… y vemos la labor de nuestras manos haciendo fruto.”


Estas son las palabras con las que nuestro invitado expresa lo que es su emprendimiento. Porque cuando se inicia desde cero, no muchos pueden ver los momentos duros, y solo observan, el valor de tu marca en el éxito observable, por ejemplo, en las ventas. Sin embargo, pocos te acompañan en las pequeñas victorias que apenas se logran. Lo anterior, nos permite exponer así, un poco de la historia de cómo surgió este emprendimiento, ya que, observamos cómo todas las cosas, ayudan al bien de aquellos que conforme a sus propósitos son llamados.


Como lo mencionaba Bianchi, justamente antes que su primer negocio se derrumbará, había predicado lo siguiente: “Dios quiere bendecir las manos de sus hijos”. En el momento en el que Él lo dijo, estaba a punto de casarse, tenía una empresa sólida y todo parecía ir viento en popa. Pero, al regresar de la luna de miel se da cuenta que no es así. Comentarios en la misma Iglesia pudieron desanimarlo, aunque él no cambió su perspectiva, porque sabía que en el Señor encontraría su respaldo. Así que, tomó harina, mantequilla, la cocina de su suegra y comenzó su emprendimiento.


Empezaron realmente desde cero, con cosas prestadas, con prueba y error, tratando de encontrar un camino. No obstante, cuando el Padre pone en ti un sueño, Él te ayudará a cumplirlo. Bianchi trabajaba como portero durante las noches, porque sus alfajores no alcanzaban para cubrir todos los gastos, no fue hasta que su esposa le retó a que ambos impulsaran su pequeño negocio. Y desde ahí, se empezó a ver más aún cómo Dios les empezaba a bendecir. Porque no solo confiaron, sino que también se esforzaron por cumplirlo.


Como lo mencionaba Bianchi, justamente antes que su primer negocio se derrumbará, había predicado lo siguiente: “Dios quiere bendecir las manos de sus hijos”. En el momento en el que Él lo dijo, estaba a punto de casarse, tenía una empresa sólida y todo parecía ir viento en popa. Pero, al regresar de la luna de miel se da cuenta que no es así. Comentarios en la misma Iglesia pudieron desanimarlo, aunque él no cambió su perspectiva, porque sabía que en el Señor encontraría su respaldo.


Así que, tomó harina, mantequilla, la cocina de su suegra y comenzó su emprendimiento. Empezaron realmente desde cero, con cosas prestadas, con prueba y error, tratando de encontrar un camino. No obstante, cuando el Padre pone en ti un sueño, Él te ayudará a cumplirlo. Bianchi trabajaba como portero durante las noches, porque sus alfajores no alcanzaban para cubrir todos los gastos, no fue hasta que su esposa le retó a que ambos impulsaran su pequeño negocio. Y desde ahí, se empezó a ver más aún cómo Dios les empezaba a bendecir. Porque no solo confiaron, sino que también se esforzaron por cumplirlo.


Como lo mencionaba Bianchi, justamente antes que su primer negocio se derrumbará, había predicado lo siguiente: “Dios quiere bendecir las manos de sus hijos”. En el momento en el que Él lo dijo, estaba a punto de casarse, tenía una empresa sólida y todo parecía ir viento en popa. Pero, al regresar de la luna de miel se da cuenta que no es así. Comentarios en la misma Iglesia pudieron desanimarlo, aunque él no cambió su perspectiva, porque sabía que en el Señor encontraría su respaldo. Así que, tomó harina, mantequilla, la cocina de su suegra y comenzó su emprendimiento.


Empezaron realmente desde cero, con cosas prestadas, con prueba y error, tratando de encontrar un camino. No obstante, cuando el Padre pone en ti un sueño, Él te ayudará a cumplirlo. Bianchi trabajaba como portero durante las noches, porque sus alfajores no alcanzaban para cubrir todos los gastos, no fue hasta que su esposa le retó a que ambos impulsaran su pequeño negocio. Y desde ahí, se empezó a ver más aún cómo Dios les empezaba a bendecir. Porque no solo confiaron, sino que también se esforzaron por cumplirlo.




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