La educación es un elemento sumamente importante en la vida de las personas, y en el ámbito ministerial no es la excepción. Por esto, pretendo hablarte un poco acerca del dicho tema. Primeramente, deseo que te preguntes: ¿Será relevante la formación ministerial?
Como chicas ¿Debemos prepararnos integralmente? Ahora bien, cuando se habla de formación integral se hace énfasis en esa preparación integral; es decir, inclusiva en lo que respecta a su contenido y líneas de estudio. La formación bíblica, teológica y ministerial es indispensable para ti, para todas las señoritas y los jóvenes en la actualidad, y es que desde siempre ha sido un factor determinante en nuestro camino de vida. En este sentido, el término “formación” puede ser entendido como aquello que busca un desarrollo y una orientación clara en diversas dimensiones. Así mismo, “integral” es un adjetivo que especifica cómo será dicha formación, no parcial, sino completa y abarcadora. La idea de la formación integral es que te desarrolles como mujer en materia ministerial.
Pero, ¿por qué es importante que te preparares integralmente? ¡Es necesario y urgente para el tiempo actual! Sin una preparación sólida en temas teológicos, bíblicos y ministeriales podrías caer en el hoyo del desconocimiento, de la aceptación de ideologías contrarias e incluso en el desarrollo de prácticas fuera del contexto bíblico. La Biblia te dice en Proverbios 7:4: “Di a la sabiduría: «Tú eres mi hermana» y a la inteligencia: «Eres de mi sangre»” (NVI). Dios por medio de las Sagradas Escrituras te insta a que seas una persona sabia y que busques la inteligencia. Cabe recalcar que un programa educativo no es equivalente a sabiduría, sino que esto recae en ti. Puedes tener muchos títulos, pero poca sabiduría o aplicación de dicha teoría. Por consiguiente, es necesario que te prepares, pero también, que apliques lo aprendido.
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