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El Perfil del Discipulador


Como puedes saber que alguien puede discipular a los que dirige.

El diccionario teológico Beacon, tiene algo importante sobre el término discipular: “Discipular es hacer discípulos. Esto concuerda con las palabras de la Gran Comisión, que en sí indica una obligación de mayor alcance.

Notemos que el imperativo original, ‘haced discípulos’, no solo es modificado por ‘id’ y ‘bautizándolos’, sino también por ‘enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado’” (Mateo 28:19, 20). Por tanto, discipular es más que lograr convertidos.

Según Lloyd y Wilma Mendoza de Mann, “El que uno discipule a otro implica que un cristiano más maduro asume la responsabilidad por el crecimiento espiritual total de un cristiano menos maduro en una relación de padre-hijo, discipulador- aprendiz. Es ayudar a otro a ser semejante a Cristo.

Discipular a alguien implica hacer lo posible para que de ahí en adelante decida obedecer la Palabra de Dios en su carácter, relaciones y comportamiento y hacer todo lo que pueda para que otros hagan lo mismo. El alcance del discipulado incluye llevar a una persona desde ser un no creyente hasta ser un creyente maduro que sepa ministrar y que sepa repetir el mismo proceso con otras personas.

Esto se logra mejor en un contexto de persona a persona y de grupo pequeño en que la orientación es hacia ministrar a otros, en un contexto que está totalmente integrado al programa y compañerismo de una iglesia local”

En base a estos aportes, me parece que debemos comenzar este tema con lo que encontramos en los pasajes de Marcos y Mateo que nos presentan a Cristo Jesús como el modelo.

Hablaremos que el discipulador debe ser discípulo primero, qué se espera de un discipulador, objetivos del discipulador y la labor como discipuladores.

I. JESÚS EL MODELO DE DISCIPULADO

A. Marcos 1:16-20

Jesús era un hombre del pueblo, hombre de plaza pública y no de cátedra académica (que también tiene su valor). “Andando junto al mar, vio a Simón y Andrés... Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo y a Juan”. Así era la mayor parte de las decisiones de Jesús y los grandes momentos en su vida: siempre metido entre la multitud, en medio de la realidad humana, viéndola y comprendiéndola.

Vean por ejemplo Mateo 9:35, antes de nombrar a los doce, o Marcos 8:27, antes de la confesión de Pedro. Karl Hermann Schelkle, “muestra el profundo significado del ver del Señor como obra creadora de Dios (Génesis 1:4, 10,12-20), y después de su palabra al llamar (Génesis 1:3-2:3, “dijo Dios, y lo llamó...”). El discipulado es acto y creación de Dios, dice Schelkle.” Los ve en el lugar de su diario vivir, fija su mirada en ellos, y así los señala para una vocación de discipulado.

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