“Amamos a Dios Y Servimos al prójimo”
Lucas 10.25-37
El verdadero evangelio debe ser Integral, y es ahí cuando sabes que vives para servir. Quiero hablarte del quehacer de capellanía en la sociedad, el Ministerio de capellanía es compartir y ofrecer el amor de Dios a todos aquellos que se encuentren en necesidad.
Los capellanes son hombres y mujeres que aceptan el compromiso de ser instrumento de Dios en su proceso de restaurar la salud mental, física, social y espiritual de la humanidad, sin importar la religión que profesan. Seguramente has visto o escuchado
que los capellanes brindan sus servicios a Instituciones Estatales o quizás los has visto actuando en áreas de desastre natural, pues quiero contarte que para un capellán no importa tiempo, hora y distancia cuando se trata de servir. Jesús, el primer Capellán que se interesaba por los pobres, las viudas, sanaba a los enfermos, suplía de alimento al pueblo, compartía con los pecadores, siendo el mejor ejemplo de servicio.
ÉL TE ELIGIÓ
Soy Trabajadora Social egresada de la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, mi pasión siempre fue ayudar al menos favorecido, Dios ha puesto en mis venas ese amor por el prójimo.
Un día en oración le dije a Dios: ¿Sabes por qué quiero visitar aldeas, caseríos y cantones? Porque en carne propia he experimentado la pobreza, he sufrido humillaciones y no he tenido la posibilidad de superación, en ocasiones fui excluida de grupos por ser de estrato social bajo; Y cuando tú me lleves con estas personas no solo seré conmovida por sus problemas sociales, al contrario me pondré en sus zapatos y desde allí abogaré por ellos.
En el año 2015 me encontraba siendo parte de una Fundación que pretendía instalar programas de ayuda social, para beneficiar a 35 comunidades en extrema pobreza. En ese contexto se tienen vivencias de toda índole y se aprende a ser más humano, es allí cuando estás “frente a frente” con la realidad, sientes impotencia, dolor y miedo. En el campo laboral se me presentaban casos de violencia intrafamiliar, depresión, Drogadicción, abuso sexual, entre otros. Cada día me enfrentaba con la realidad, tuve la bendición de realizar terapias a los afectados en la medida que se me permitía.
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