“ Y había allí una mujer importante, que le invitaba cuando él pasaba por allí…” ( 2 Reyes 4:8)
El servicio debe ser una marca que nos debe distinguir como cristianos. Una mujer de la cual no se registra su nombre, hizo lo correcto de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio. Hay muchas necesidades a nuestro alrededor, necesitamos estar pendientes para identificar las mismas, y servir con alegria.
Son llamativos al ojo humano, los grandes escenarios, fotografias, camaras y miles de aplausos; todo es a su tiempo. El verdadero servicio empieza en nuestra casa, iglesia comunidad. Hoy todos tenemos la oportunidad de servir.