“ Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazon” Deuteronomio 6:5
Lo que somos y en lo que nos convertirmos depende, en parte, del objeto de nuestro amor.
Los que seguimos a Cristo, comprendemos que Él es el objeto de nuestro amor. Cada hábito, conducta y aùn nuestra forma de pensar debe estar alineado al amor que profesamos tenerle a nuestro Dios. La entrega de nuestro ser tiene que ser total; no un 50% o ùn 80%, sino con todo nuestro corazón.
¿ Qué hacemos dìa a día para demostrar nuestro amor a Dios?
¿ Es Dios el centro de nuestra vida?