Puedes guiar a tu amigo al colegio, pero no puedes cambiar sus pensamientos.
“¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría cuando no tiene entendimiento?” Proverbios 17:16 (LBLA)
No culpes a un maestro por tu mala nota, cuando la responsabilidad radica en que eres demasiado suave contigo mismo, identifica tus debilidades y trabaja al doble, te sentirás orgulloso y satisfechos de lo que puedes lograr.
¿Utilizas tu conocimiento para ayudar a otros?
¿Lo que salió mal es culpa de terceras personas?