Estad, pues , firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis, otra vez sujetos al yugo de esclavitud (Gálatas 5:1)
¡Soy libre!, más de alguna vez hemos declarado esta frase, debemos de tener en todo momento en cuenta que: no estamos más en cautiverio desde el momento que reconocimos a Jesús como el Señor de nuestra vida, así que: apasiónate, sírvele, ámale, enamórate del Dios que ya te hizo libre.
¿Si te juzgan por tu pasado dejarías de ser libre?
¿Volverías a la cárcel de la que Dios ya te liberó?