“No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudare, siempre te sustentare con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10 Rev. 1960)
Cuando todo parece ir de mal en peor, se acaban los amigos... no vemos la salida y en lugar de avanzar parece que retrocedemos más cada día. Cuando llega la noche nos torturan los pensamientos inundando nuestra mente de temores; pero en esos momentos podemos recordar que hay alguien que prometió estar siempre con nosotros, alguien que lucha cada día por ver que tu estemos de pie. Ante esa adversidad, Dios se manifiesta, no sabemos de dónde proviene esa paz y esas fuerzas de seguir adelante, pero Dios prometió ayudarnos y nunca abandonarnos.
Aunque no lo veas, Dios tiene cuidado de ti…
¿Estoy luchando en mis fuerzas o en las de Dios?
¿ Estoy confiando en las promesas de Dios para mí?