“Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús”
“Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús” Juan 1: 37,40
Hoy en día muchas personas y empresas pasan muchas horas creando diferente contenido para obtener seguidores y tener un buen grupo de personas que vean el mensaje que ellos tienen que decir. Es una manera de poder decir que eres relevante porque “más personas escuchan mi voz y lo que tengo que decir” . Aunque antes no existían las redes sociales, Juan tenía un mensaje, pero paso algo muy peculiar, el no predicaba para crear seguidores para su ministerio o “fan page”. De hecho, en estos versículos leemos que desafía este concepto de tener más seguidores. Vemos una tendencia en estos versículos… OYEN a Juan, y SIGUEN a Jesús. ¿Como es posible? ¡Juan predica, pero pierde seguidores! ¡Juan entendía que el solo era el mensajero y que apuntaba a todos para que siguieran a Jesús… que excelente testigo era Juan el Bautista!
¡Así Debemos ser así todos nosotros que conocemos a Cristo!
¡Que nos oigan hablar de Jesús, que escuchen todas las maravillas que él ha hecho en nuestras vidas, testifiquemos de su gran amor y prediquemos acerca de él en tiempo y fuera de tiempo… pero que al final de hablar, no nos sigan a nosotros… pero que sigan a Jesús!
¿Estoy siendo un buen testigo de Cristo?
¿Con mis acciones y palabras hago que otros sigan a Jesús?