“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5)
“Para que no te corten, aprende a dar frutos”
Cuando estudiamos ciencias naturales en la escuela, siempre se nos enseñaba cómo la “savia” de las plantas corría por los tallos, dando vida a las ramas. Obviamente, entendimos que una rama, al ser cortada del árbol, sencillamente deja de recibir la “savia” que le da vida y se seca. Jesús dijo que Él era “La Vid”; la planta firme de uvas que está enraizada en el suelo. Todos los que creemos en Jesús somos como “las ramas” de esa planta. Si alguien de nosotros deja su conexión con Jesús, sencillamente es como que si lo cortaran del tallo, inmediatamente comenzará a morir hasta secarse; y, entonces no servirá sino para ser echado al fuego. Mantener tu conexión con Jesús, es mantenerte activo dentro de la iglesia, es disfrutar tus disciplinas espirituales como: la oración, la lectura de la Biblia, el ayuno, la adoración, etc. Mantenerte conectado a Jesús, es obedecerle cada día y unirnos en su misión. Si estás conectado, la evidencia será que tarde o temprano, darás muchos frutos.
¿Estás dando frutos?
¿Qué has dejado de hacer, que te está desconectando de Jesús?
¿Cuánto tiempo soportarás sin la “savia” de Cristo que te alimente?