“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, y tome su cruz, y sígame” Marcos 8:34 (VRV 1960).
Seguir al Maestro es una decisión que viene acompañada de enormes bendiciones, pero es una decisión que está vinculada a acciones “Negarnos a nosotros mismos” lo cual implica renunciar a nuestra propia manera de vivir, despojarnos de aquellos sueños que no están de acuerdo con la voluntad del Señor, decir un NO definitivo a los deseos que no le honran. Pero es una decisión que transforma para bien nuestra vida, que transciende la vida terrenal, una decisión de la cual jamás te arrepentirás.
“Sólo el que se ha negado así mismo puede ser llamado su discípulo”
¿A qué necesitas negarte aún?
¿A qué renuncias cada día por seguir al Maestro?
¿Puedes ser llamado su discípulo?