Vas delante y detrás de mí, y colocas tu mano de bendición sobre mi cabeza. Sal. 139:5 (Biblia Al Día)
Que descanso puede adquirir nuestra vida al saber que, al Dios que servimos camina con nosotros, toma su tiempo para acompañarnos en la vida, en los desafíos del diario vivir.
Pero Dios no solo camina con nosotros y nada más, No, No y No. También hecha su brazo sobre nuestro hombro, nos toma de la mano, nos muestra que somos sus amigos, que entiende lo que estamos viviendo, los que estamos sintiendo.
Su presencia con nosotros nos enseña que no hay nadie que nos ame tanto como Dios.
Lo que nos toca hacer es:
Dejar de pensar que su presencia esta por temporadas con nosotros.
Ya no escondamos nuestro hombro o mano de Dios. Déjate abrazar.
Levanta tu frente, Él está ahí para bendecirte.
¡Animo! Aunque las cosas estén en contra, Dios está contigo