“Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”. (Deuteronomio 8:2-3 RVR1960 )
Mentalidad de dependencia!. Nuestro padre quiere que levantemos nuestros ojos al cielo, pero no para buscar ayuda en los “dioses” como los del mundo, sino para que busquemos de él, que dependamos de él en todo, en cada área de nuestras vidas, no solo para recibir las bendiciones , sino para que sea nuestro único Dios, el Dios verdadero. Él estaba formando al pueblo de Israel para que aprendieran a confiar plenamente en él; de igual forma Dios nos ha introducido en un tiempo, en una etapa donde debemos cambiar nuestra manera de pensar, para cambiar nuestra manera de vivir, alinearnos a su corazón. Nuestro destino es una vida en abundancia (Canaán) pero antes debemos ser formados como un padre forma a su hijo para darle lo que es suyo.