“ … Ejercitate para la piedad.” (1 Timoteo 4:7 )
Este consejo que el Aposto Pablo le dá a un lider jòven, parece como que esta fuera de moda hoy en día. El problema es que muchos jovenes y señoritas hacen hincapié en el ejercicio físico, a tal punto de excluir el ejercicio espiritual.
Los resultados de la oración, el estudio de la Palabra de Dios, el servicio, andar en el Espíritu, compartir de Cristo, no sólo son provechosos para este tiempo, sino para la eternidad.
No hay nada malo en correr, andar en bicicleta, ir al gym; pero debemos recordar que lo màs provechoso es ejercitarnos para la piedad.