“ Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” ( Génesis 1:2)
Estamos viviendo un tiempo de convulsiones, desorden, caos en todo sentido. Nuestra sociedad refleja un desorden en la familias, valores, política, y aùn pareciera que en la misma iglesia. Sin embargo, en medio de ese caos: El Espíritu de Dios, se mueve. Desde el principio de los tiempos, su Espiritu Santo trae orden en medio del caos. Si hay desorden en cualquier área de nuestra vida, permitamos que Él Espíritu de Dios ordene y traiga paz en nuestro diario vivir.
CARLOS JIMENEZ
GUATEMALA