“Pues bien dice el dicho, que “Unos siembran y otros cosechan”. Y yo los envié a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo; otros fueron los que trabajaron, y ustedes son los que se han beneficiado del trabajo de ellos.” Juan 4:37-38 (DHH)
Hay trabajo por hacer, todo ya está listo.
La cosecha esta lista en los campos para ser recogida; los corazones de las personas están listos para recibir el mensaje de salvación y nuestro pago por este trabajo es ser parte de algo eterno; hoy día el Espíritu de Dios es quien prepara los corazones de las personas y los pone a la espera del mensaje eterno por medio de sus hijos.
¿Qué espero para recoger la cosecha?
¿Qué espero para sembrar?
¡No esperemos más!