“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” Filipenses 2:5-6 (RV1960)
“Si Dios es Dios y murió por mí, entonces ningún sacrificio que yo hago por él, es demasiado.” C.T. Studd
El Dios al cual tu sirves es un Dios que se complace en los sacrificios de tú parte, sin embargo, en una ocasión el profeta Samuel al amonestar a Rey Saul le declaro lo siguiente: ciertamente el obedecer es mejor que cualquier sacrificio. Jesús obedeció a su padre, y ese mismo sentir debe haber en ti cada día.
¿Estás dispuesto a dar todo por Jesús? ¿Qué estas dispuesto a dejar por Él?